Originario de Luisiana, LoShawn vive en Charlotte, Carolina del Norte con su familia. Cuando comenzó a conducir en 2013, su esposa hizo lo que LoShawn llama "el sacrificio definitivo" por la familia. Ella lo acompañó en la carretera durante ese primer año para poder regresar a casa y explicarles a los niños exactamente qué hacía papá todo el día.
Antes de lanzarse a la carretera, LoShawn jugó póker profesional durante 13 años. Es un maestro de la cara de póker, pero ahora prefiere llevar sus pensamientos en la manga. ¿Su cosa favorita de conducir un camión? "La libertad", dice. Lo que menos le gusta es cuando encuentra a otros dentro de la industria que no tratan a los conductores con respeto. "Como conductores, necesitamos estar a tiempo", dice. "Los cargadores necesitan cargarnos a tiempo y los receptores necesitan descargarnos a tiempo". Para LoShawn, el respeto por el tiempo de otras personas es la clave para una industria de transporte unificada, productiva y feliz.
Y si ves a LoShawn en la autopista, no te le cruces. Dice que puede notar por la forma en que los autos interactúan con él en la carretera que el público estadounidense puede ver a los camiones como obstáculos en su camino. Pero la realidad es que "vas a querer que estemos en el camino nuevamente – si no entregamos productos, Estados Unidos no se mueve".